Rolex Daytona: Breve historia del ícono

En 1963 Rolex lanza al mercado un reloj con cronógrafo que se transformaría en un controvertido ícono de la industria horológica, símbolo de estatus e inconfundible objeto de deseo.

Rolex Daytona
Corrían los años 30 cuando el pequeño balneario de Daytona, en Florida, se había convertido en la meca de los fanáticos de las tuercas de EEUU. Un circuito de arena donde competían los primeros “stock cars”, que más tarde se transformarían en lo hoy es la mega-exitosa serie Nascar.
Daytona Beach en 1955
Ya en esa época, Rolex se destacaba por sus relojes creados para los amantes del deporte. En un principio había sido el Oyster (“ostra” en español) que permitió por primera vez al reloj de pulsera embarcarse en aventuras submarinas. Luego comenzó a fabricar cronógrafos deportivos utilizando movimientos de la legendaria casa Manufactura Valjoux, que incorporaban escalas tacométricas para medir velocidad y movimientos antimagnéticos.
Rolex Oyster Chronographe 3525
Rolex Oyster Chronographe 3525, circa 1942
Rolex Pre-Daytona 6238
Ya por los años ’60, vendría la referencia 6238, la que muchos coleccionistas consideran como el padre del Daytona, que trajo una caja robusta de 37 mm y muchos de los detalles estilísticos que caracterizarían a los cronógrafos de competición Rolex de las décadas por venir.
Rolex Daytona 1963
Llegamos al momento de la verdad… En 1963 Rolex estrena un nuevo cronógrafo de carreras. Esta vez traería la famosa escala tacométrica en el bisel y su esfera sería al estilo “panda” o “panda invertido”. El nombre de este nuevo modelo: “Le Mans”… ¿Qué?¿Cómo? No es un error ortográfico, sino que realmente las primeras publicaciones hablaban del “Le Mans”, nombre que posteriormente fue cambiado a “Daytona”, dando nacimiento oficial a la leyenda.
Rolex Daytona 1965
Rolex Daytona 1965
Los primeros modelos no decían Daytona en la esfera, un detalle que se incorporó recién en 1965. Y ese mismo año fue magnifico por una particular razón, la introducción de la esfera “exótica”. Esta opción de diseño, que fue un fracaso de ventas, incluía una particular configuración de tipografías y colores, que luego saltaría a la fama mundial gracias al aura de Paul Newman y la astucia de coleccionistas italianos que generaron un culto alrededor del “Paul Newman Daytona”, llevando a que ejemplares en buen estado hoy se subasten en varios cientos de miles de dólares, y alcanzando el peak de la locura cuando en 2018 el Daytona que efectivamente perteneció a Paul Newman, reventó las escalas y bajó el martillo en más de 17 millones de dólares.
Rolex Daytona Paul Newman
Rolex Daytona Paul Newman
Con la llegada de los ’70s y ’80s, Rolex fue perfeccionando la receta, ofreciendo variantes en cajas de oro, esferas con brillantes, cristal de zafiro, y nuevos avances técnicos, pero siempre utilizando movimientos de proveedores externos. Si antes fue el Valjoux, luego vino Zenith a colaborar con su premiado calibre El Primero 400, transformando por primera vez al Daytona en un reloj de cuerda automática. Ya a esta altura, el Daytona había saltado desde los circuitos de carrera a las Salas de Directorio del mundo, siendo un hit entre celebridades, futbolistas, y políticos de las mas altas esferas.
Rolex Daytona 1988
Su escasez de producción, por depender de Zenith, se remonta a principios de los ’90 y nada cambiaría en 2000 cuando finalmente se introdujo la primera versión con movimiento de manufactura diseñado y construido 100% in-house. El tamaño de 40mm se mantiene y los bajos números de producción tampoco suben mucho, manteniendo el Daytona como un fruto prohibido para muchos, especialmente en sus versiones de acero.
Rolex Daytona 2000 Calibre 4130
Rolex Daytona de 2000 con Calibre 4130 in-house
Fiel a su estilo evolucionario, finalmente en 2016 lanza un modelo de acero incorporando bisel cerámico, y ya con la propagación de las redes sociales en nuestra sociedad de consumo, la deseabilidad del Daytona explotó. Se habla de listas de espera de hasta 5 años, y los precios en el mercado secundario llegan a casi el doble del precio original. En cierta forma, poco ha cambiado desde 1963. Sigue siendo un instrumento preciso, robusto y de una calidad incomparable, con un diseño icónico y inconfundible.
Rolex Daytona Platinum 116506
Rolex Daytona Platinum 116506, 50 Aniversario
Las modas han pasado pero el Daytona sigue, un objeto de deseo y de crítica a la vez, pero un símbolo inequívoco del buen gusto, o al menos, de una concepción social del “éxito”. Rolex podría aumentar su producción al triple, y aun así habría demanda. Su atracción es tan inexplicable como lógica: como instrumento es perfecto, pero completamente redundante a la vez.Así es el Daytona, un ícono que ha sabido reinventarse, y que con cada generación agiganta su leyenda, ajeno a los vaivenes de la industria y de la moda, tan firme como el pulso de un piloto cruzando la recta final a 300 km/h en al autódromo más famoso del mundo.
Daytona International Speedway
Aviso Rolex 1965
Aviso Rolex de 1965

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